LO AJENO DE LA IDENTIDAD
- PLATÓNICO
- 2 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 mar 2018

El objetivo de la educación ha sido ampliamente discutido a lo largo de la historia siendo éste siempre efímero. Sin embargo, siempre ha existido un punto en el cual todos los pensadores de la educación pueden estar de acuerdo: La educación es un proceso de formación de personas.El objetivo de la educación ha sido ampliamente discutido a lo largo de la historia siendo éste siempre efímero. Sin embargo, siempre ha existido un punto en el cual todos los pensadores de la educación pueden estar de acuerdo: La educación es un proceso de formación de personas.
Pero ya que la educación es una herramienta comúnmente utilizada por organizaciones civiles, gubernamentales, religiosas, empresariales, etc. Que buscan formar al individuo de acuerdo a sus modelos y objetivos institucionales. Esto es lo que Foucault llama los dispositivos, influencias invisibles que limitan o canalizan no sólo la forma de comportarse de los individuos, sino la forma en que los individuos se identifican a sí mismos. Como resultado se da la interiorización de la exterioridad, de forma que nos enfrentamos a la duda ¿Qué tanto somos nosotros? ¿Qué tanto somos el resultado de estos dispositivos?
El objetivo de esta duda claramente no es responderla. Sería totalmente imposible, ya que, como seres sociales gran parte de lo que nos conforma es la interacción con los demás y con lo demás. La esencia de los individuos se encuentra en un plano multidimensional, donde nuestra forma de actuar, de pensar, inclusive de ser, depende del entorno (físico y social) donde nos encontremos. Teniendo esto enfrente ¿cómo afirmar entonces que exista algo como el individuo, entiéndase el individuo auténtico, propio?
La autenticidad recae justamente en esta multidimensionalidad, que de forma holística conforma al individuo. No es que éste sea la suma de sus distintos contextos y forma de actuar ante ellos, ni que la autenticidad del individuo habite en algún punto entre sus distintas facetas, sino que es a partir de las actitudes comunes, las diferencias, y la relación entre estas múltiples caras de una persona que forman la totalidad de esta y la autenticidad de esta.
Con este punto cerramos, la educación debe tomar en cuenta que el objetivo es reconocer esta complejidad del ser humano: su autenticidad. Formar partiendo desde esta filosofía.
Comentarios