MUERTE A LA MEXICANA
- PLATÓNICO
- 16 mar 2018
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Se dice que detrás de todos los miedos que pueda tener una persona (a la oscuridad, a las alturas, a los fantasmas) existe en realidad el miedo a lo desconocido. Esto sin duda es correcto cuando hablamos del que quizá sea el miedo más grande de la humanidad: La muerte.
Aquel punto final en el que todos nos encontraremos, aquello en lo que siempre puedes contar, aquello que vuelve iguales al rico y al pobre; para ser un tema tan relevante en nuestra vida, es practicamente nulo lo que sabemos de la muerte. A pesar de las teorías que han surgido alrededor de este tema que van desde la reencarnación, a una segunda vida de placeres o tormentos, la trascendencia hacia el universo, o la discipación a la nada; es verdad que no hay ser humano que sepa con certeza lo que se esconde detrás de la muerte. Sólo una cosa se sabe: que nadie se ofrece voluntariamente a descubrirlo.
En todo el mundo se le tiene miedo a la muerte, excepto en un lugar. En México con la muerte se juega, se bebe, se corteja, se baila y sobre todo, se bromea. Es por eso que pocas festividades han captado el ojo de Hollywood como lo ha hecho el Día de Muertos, esta explosión de música, color y sabor es algo que sólo en nuestro país se podría dar, en especial ligado a un tema tan lúgubre como la muerte.
Esto tiene sus raices, claro, desde la época precolombina, donde se veía a la muerte como una victoria y como un símbolo de honor. No sólo los guerreros, sino aquellos que eran sacrificados estaban destinados a asender con los dioses y regocijarse en la nueva vida.

Esta forma de pensar no fue negada por los conquistadores, por el contrario, se sumaba a la idea del cielo como un lugar de disfrute para las personas cuya vida había llegado a su fin. Sin embargo fue, como toda la cultura mexicana, reconfigurada con esta particular mezcla de folclor prehispánico y arte europeo que la llenó de los símbolos y colores que tanto la caracterizan hoy en día.
Pero la muerte no es el único tema sombrío que los mexicanos toman como motivo de burla. Es característicamente nuestro el responder ante la corrupción, la violencia, la pobreza y el hambre en forma de chistes, burlas y más actualmente, memes. Hay quienes incluso consideran esto un método de defensa (à la Freud) a través del cual evadimos las problemáticas que plagan nuestro día a día; y mientras estamos de acuerdo con que en ocasiones se ha utilizado de esta manera, reemplazando la acción por simple burla hasta que nos conformamos con la realidad, nos parece que el problema no habita exclusivamente en el humor, sino justamente en la inacción, que no va de la mano con éste.
Ciertamente en un contexto internacional sería rico meter un poco de ese humor "picosito" mexicano para amortiguar las noticias cada vez más comunes de tragedias al rededor del mundo, siempre y cuando no se deje de actuar respecto a éstas.
A mi siempre me ha gustado como los mexicanos vemos la muerte, el echo de que es una fiesta y recordamos a nuestros seres queridos de una manera tan alegre me encanta, sin embargo puedo entender porque en algunas partes del mundo es un tabú tan fuerte. Un ejemplo muy extremo sería todas las personas que mueren todos los días en Siria, ahí es cuando me pongo a pensar en lo dura que es la muerte para ellos, y que también es algo que pasa día con día. Podrá sonar a cliché pero es, en efecto, lo único que todos tenemos seguros, y teniendo en cuenta nuestro privilegio de no estar en guerra, deberíamos de aprovechar que estamos aquí.